viernes, 25 de julio de 2008

EMPERATRIZ MARIA FEODOROVNA DE RUSIA.


Sofía de Württenberg. Nació el 25 de octubre de 1759 en Stettin, Polonia. Hija del Duque Federico II de Württenberg y de la Princesa Federica de Brandenburg-Schwedt. La educación de la Princesa fue excelente y orientada a la cultura y las artes. Hablaba alemán, francés, italiano y latín. Era una joven alta, corpulenta y atractiva. En 1773, Sofía estaba dentro del grupo de Princesas alemanas que podían convertirse en la esposa del Heredero al trono de Rusia, el Gran Príncipe Pablo Petrovich. Pero como contaba con sólo catorce años, la Princesa Guillermina de Hesse-Darmstadt fue la elegida. Sin embargo, Pablo enviudó rápidamente y el Rey Federico II de Prusia propuso a Sofía como sucesora. La Emperatriz de Rusia, Catalina II aceptó la oferta. Sofía se convirtió a la religión ortodoxa rusa, tomó el título de Gran Princesa de Rusia y el nombre de María Feodorovna. La pareja se casó el 26 de septiembre de 1776 en San Petersburgo, Rusia. De dicho matrimonio nacieron 10 hijos: Alejandro, Constantino, Alejandra, Elena, María, Catalina, Olga, Ana, Nicolás y Miguel. Si bien la relación entre María y su suegra al principio fue buena, pronto se volvería tirante, porque María defendía a su esposo de su madre. Apenas nació el primer niño, Catalina se lo quitó para criarlo bajo sus ideales. Lo mismo sucedió con su segundo hijo. Esto afectó mucho a María, a la que sólo le permitían ver a sus hijos durante breves visitas. La Gran Princesa disfrutaba de la pompa y la ceremonia de la corte rusa. Su paciencia y perseverancia la ayudó a lidiar con un marido difícil y mantener un exitoso matrimonio. Cultivó las artes, era experta en acuarelas y esculturas, creando objetos de marfil y ámbar, que a menudo regalaba. Dedicó muchas energías a instituciones benéficas y educativas. El tercer embarazo dio como resultado una niña, la cual tuvo el permiso imperial para criar. Durante los largos años del reinado de Catalina, María y Pablo fueron obligados a vivir aislados en Gatchina con ingresos limitados. Tras 20 años en las sombras, la muerte de Catalina II en 1796, permitió a María Feodorovna convertirse en Emperatriz consorte. Desde entonces influyó activamente en la política y en las decisiones de su marido, en general para beneficio de su pueblo. Los palacios de Gatchina, Tsarskoe Selo, el Palacio de Invierno en San Petersburgo y el Ermitage fueron decorados y amueblados bajo su dirección personal. Pablo fue Emperador durante cuatro años, hasta que fue asesinado el 12 de marzo de 1801. Con sólo 42 años, María ya era una Emperatriz viuda, aunque mantuvo la posición más elevada dentro de las mujeres de la corte. Dirigió todas las instituciones benéficas y disfrutó de considerables ingresos. El futuro de sus hijas y la educación de sus tres hijos menores ocuparon la atención de María durante los primeros años de su viudez. La Emperatriz María Feodorovna de Rusia murió en Pavlovsk el 05 de noviembre de 1828, a la edad de sesenta y nueve años.

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